
Huellas de historias ancladas en la arena, que ahora sirven de refugio para cangrejos, son el reflejo de lo antinatural, la mar sabia nos los devuelve, intentando decirnos algo… los rechaza, los escupe, los desecha, porque su sólido y vacío no la hacen sentirse de acuerdo con su natura.
Sus aguas ya tiene un color y nos empeñamos en teñirlas, desagradecidos la maltratamos, la utilizamos como vertedero de nuestros desechos tóxicos, nos aprovechamos de su enormidad para tapar todo aquello que abandonamos, para tirar todas esas cosas que ya no utilizamos, sin tener en cuenta su belleza, su importancia, nuestra ingratitud a todo lo que nos aporta es tan grande que cualquier día se enfurecerá y yaceremos debajo de sus grandes olas y con furia azotará nuestra actitud desnaturalizad, entonces recordaremos en esos días la belleza que un día tenía esa inmensidad.
Imagen y Texto creada por Mar Ortiz (pecasenlamirada)
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